Javier Medina Bayo - Álvaro del Portillo: Un hombre fiel (English translation)

lvaro del Portillo

Un hombre fiel

Javier Medina Bayo

Presentacin

Vir fidelis multum laudabitur[1]: el varn fiel ser muy alabado. Esta frase del libro de los Proverbios refleja la trayectoria terrena del Venerable lvaro del Portillo. Mons. Echevarra, actual Prelado del Opus Dei, afirm en una ocasin que cuando se escriba su biografa, entre otros aspectos relevantes de su personalidad sobrenatural y humana, este habr de ocupar un lugar destacado: el primer sucesor de san Josemara Escriv de Balaguer en el gobierno del Opus Dei fue ante todo y sobre todo un cristiano leal, un hijo fidelsimo de la Iglesia y del Fundador, un pastor completamente entregado a todas las almas y de modo particular a su pusillus grex, a la porcin del pueblo de Dios que el Seor haba confiado a sus cuidados pastorales, en estrecha comunin con el Romano Pontfice y con todos sus hermanos en el episcopado. Lo hizo con olvido absoluto de s, con entrega gustosa y alegre, con caridad pastoral siempre encendida y vigilante[2].

Mons. lvaro del Portillo estuvo dotado de una inteligencia sobresaliente basta recordar su curriculum: Ayudante de Obras Pblicas, Doctor Ingeniero de Caminos, Doctor en Filosofa y Letras (seccin de Historia), Doctor en Derecho Cannico; goz de una fuerza de voluntad admirable; de gran capacidad de trabajo, de un carcter firme y afable, de una facilidad para hacer amigos fuera de lo comn...

Pero si queremos encontrar la raz que vivific su existencia, no hemos de acudir a sus indudables cualidades humanas, sino fijarnos en sus virtudes teologales: la fe llevada hasta sus ltimas consecuencias y ejercitada en las circunstancias grandes y menudas; la esperanza, que le movi a confiar siempre en el auxilio divino; y una caridad con Dios y con el prjimo que no admita lmites. Y todo edificado sobre una humildad sin frunces que, como explica el clsico castellano, es la base y fundamento de todas las virtudes y sin ella no hay ninguna que lo sea[3].

La fidelidad que tiene su origen en la fe, como su mismo nombre indica es la nota ms caracterstica de la vida de Mons. del Portillo. Fidelidad a Dios, fidelidad a la Iglesia y al Papa, fidelidad al Opus Dei y a su Fundador. Sin temor a equivocarnos o a exagerar, podemos asegurar que, desde que descubri su llamada divina el 7 de julio de 1935, se entreg por completo en todos los momentos de su existencia y con todas las fuerzas de su ser al cumplimiento de la Voluntad divina: primero, junto a san Josemara, para quien fue siempre apoyo inquebrantable, como una roca; y despus del trnsito al cielo del Fundador, como su primer sucesor al frente del Opus Dei.

Durante los diecinueve aos que fue el pastor del Opus Dei, Mons. del Portillo desarroll su ministerio en estrechsima unin de mente de alma, querramos escribir con san Josemara, subrayando continuamente a los fieles de la Obra que, cerrado el periodo fundacional, hasta el final de los tiempos les corresponda vivir la etapa de la continuidad y de la fidelidad[4]; es decir, la ms plena lealtad al espritu que el Fundador haba dejado no slo escrito, sino esculpido, como le gustaba repetir[5].

En ese tiempo, se marc como misin fundamental llevar a trmino el camino jurdico del Opus Dei; es decir, su configuracin como Prelatura personal de mbito universal, de acuerdo con lo que san Josemara haba dispuesto. Durante su mandato tuvo lugar tambin la beatificacin del Fundador, que supuso como un nuevo resello al espritu de la Obra por parte de la autoridad suprema de la Iglesia, porque de ese modo sancion una vez ms que se trata de un camino de santidad para los cristianos llamados por Dios a desarrollar su existencia en el cumplimiento enamorado de los deberes ordinarios.

Entre los servicios que el Opus Dei prest a la Iglesia con la gua y el impulso de Mons. del Portillo, habra que mencionar adems aparte del apostolado personal de cada uno de sus fieles, que es tan variado como la vida misma el comienzo de la labor apostlica en nuevos pases; la ordenacin de unos ochocientos sacerdotes salidos de entre los miembros de la Obra; iniciativas como la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma, y tantas otras de solidaridad social que van desde clnicas en pases de frica, Europa y Amrica, a escuelas y universidades en los diversos continentes.

Al tener noticia del fallecimiento de Mons. del Portillo, Juan Pablo II envi un telegrama de psame a Mons. Echevarra y a todos los fieles del Opus Dei, en el que recordaba con agradecimiento al Seor la vida llena de celo sacerdotal y episcopal del difunto, el ejemplo de fortaleza y de confianza en la Providencia divina que ha ofrecido constantemente, as como su fidelidad a la Sede de Pedro y el generoso servicio eclesial como ntimo colaborador y benemrito sucesor del beato Josemara Escriv[6].

El 28 de junio de 2012, tras el exhaustivo estudio de carcter histrico y teolgico previsto para estos casos, el Santo Padre Benedicto XVI declar oficialmente que a la Iglesia le consta que el Siervo de Dios lvaro del Portillo ha vivido de modo heroico las virtudes teologales fe, esperanza y caridad, con Dios y con el prjimo, as como las virtudes cardinales prudencia, justicia, fortaleza y templanza y las otras anejas. Por este motivo, se le ha conferido el ttulo de Venerable y puede ser propuesto a la devocin y a la imitacin de los fieles catlicos.

En las pginas siguientes, el lector podr comprobar la exactitud de las palabras del beato Juan Pablo II y por qu Benedicto XVI ha declarado Venerable a lvaro del Portillo, como paso hacia su futura Beatificacin y Canonizacin.

[1] Prov 28,20.

[2] Echevarra, J., Homila en la Misa de funeral por el alma de Mons. lvaro del Portillo, Roma, 25-III-1994 (AGP, Biblioteca, P01, 1994, 264); el texto original italiano puede verse en Romana, 18 (1994), p. 28.

[3] Cervantes, M. de, El coloquio de los perros, en Novelas Ejemplares, vol. 2, Ed. Ctedra, Madrid, 1995, p. 312.

[4] Del Portillo, ., Carta 30-IX-1975, n. 9 (AGP, Biblioteca, P17, vol. 2, n. 36).

[5] Muchas veces, de palabra y por escrito, us esta expresin san Josemara, para referirse al espritu del Opus Dei; por ej., en sus Cartas del 14-IX-1951, n. 7; del 29-IX-1957, n. 3; del 25-I-1961, n. 54, etc.

[6] Juan Pablo II, Telegrama a Mons. Javier Echevarra, AGP, APD T-17395.

Premisa

La bibliografa sobre lvaro del Portillo es bastante copiosa[1]. Hasta la fecha, se han publicado dos perfiles biogrficos amplios, que ofrecen un resumen adecuado de su vida[2]; en 1996 y 2001, profesores de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, de Roma, prepararon dos volmenes, con estudios sobre aspectos parciales de su pensamiento y de su trayectoria eclesial[3], que se suman a los publicados en vida de Mons. del Portillo; son ms de sesenta los artculos sobre su figura aparecidos en revistas de carcter teolgico o cannico y en diccionarios, sin contar los incluidos en la prensa diaria o grfica de todo el mundo.

Adems de este material ya de por s muy valioso, al fallecer el Venerable Siervo de Dios, centenares de personas[4], conscientes de su talla espiritual y humana, se sintieron movidas a poner por escrito los recuerdos o impresiones que conservaban de don lvaro. En total, estos testimonios ocupan unos cuantos millares de folios, y contienen una gran riqueza documental. Entre todos, destaca el redactado por Mons. Javier Echevarra, actual Prelado del Opus Dei, que vivi junto a Mons. del Portillo desde 1950 a 1994[5]: se trata, pues, de un testigo excepcional, que particip muy de cerca en la mayor parte de los sucesos que evoca en su narracin.

Este libro se ha construido en torno a ese material, hasta el punto de que quiz debera llevar como subttulo: Testimonios sobre lvaro del Portillo, o lvaro del Portillo visto por quienes le trataron. Y aqu radica su principal novedad respecto a las semblanzas ya existentes. Al exponer los diversos episodios, no he pretendido ofrecer un enfoque personal del biografiado o de los diversos hitos de su existencia, sino transmitir la imagen, la visin y el recuerdo de quienes le conocieron en carne y hueso, podramos decir, en las diferentes etapas de su existencia: desde la infancia hasta su muerte.