Corrales - Epitafio de un asesino.

Aquella maana, Arturo llam a Carlos, le pidi disculpas y le dijo que haba pensado pasarse por la editorial para almorzar juntos, ya que dispona del resto de la maana. Todos los asuntos pendientes los haba solucionado el da anterior. Carlos acept. A la una del medioda los dos hombres conversaban en el despacho del editor sobre cmo haban cambiado sus vidas en tan poco tiempo. La lnea interna de telfono son.
Ser Rosa. Le dije que nos reservara mesa para las tres. Te llevar a un restaurante japons que es una autntica maravilla. El Suntory, lo conoces? dijo Carlos con el telfono descolgado.
Don Carlos, su mujer por la uno -dijo la secretara.
Bien, psamela -contest el editor.
Dime, cario! Te encuentras bien?
Han matado a Goyo! Lo acabo de or por la radio. Es horrible! Dicen que le han cortado los dedos. Estn hablando de que le han asesinado como a Teresa, a Eugenia, a Cosme y al ladrn y la chica. Los medios de comunicacin dicen que la polica ha informado de la evidente relacin con ellos. Sealan que tiene las mismas caractersticas. Dios mo, pobre Goyo! l estaba en lo cierto, Abelardo no era el asesino! grit Mara.
Clmate. Ahora mismo voy para casa, creo que debemos llamar a su mujer. Imagino que estar destrozada -dijo Carlos con voz apagada-. Sabes algo ms?
S. El portero de la finca recibi la orden de Goyo de dejar subir a un hombre que estaba esperando. El portero describi al sujeto como un homosexual que no intentaba ocultar su condicin sino todo lo contrario. Se pavoneaba en exceso, como si quisiera que sta resaltase sobre cualquiera de sus rasgos. Como si su nico fin fuese llamar la atencin sobre ello.
Est bien, no te muevas de casa. Arturo est aqu. bamos a almorzar juntos. Anularemos la reserva. Vamos a casa ahora mismo.
Qu ha pasado? Mara est bien? pregunt Arturo alarmado.
Ha escuchado por la radio que Goyo ha sido asesinado.
No lo puedo creer! dijo Arturo con expresin de horror-. Han matado a Goyo? Por qu?
No lo s. Creo que fue anoche. Imagino que el personal habr descubierto el cadver esta maana. Los medios de comunicacin han revelado que las caractersticas del crimen son similares a las de los anteriores asesinatos.
Qu asesinatos? Han matado a ms gente?
Quiero decir que tienen las mismas caractersticas que los asesinatos de los que fue acusado Abelardo. A Goyo le han cortado los dedos.
No me jodas! No puede ser! Debe haber un error! exclam Arturo.
Puede ser. Ojal sea as, porque eso significara que el asesino de las otras personas era realmente Abelardo, y que toda esta pesadilla ya habra acabado. Pero si no hay ningn error, y el asesinato de Goyo es de las mismas caractersticas que los otros, slo cabe deducir que l estaba en lo cierto y que podemos estar todos en peligro. Todos estuvimos relacionados con Abelardo de alguna manera, y hasta el momento est muriendo gente que se relacionaba con l. A excepcin de ese pobre ladrn -dijo Carlos mientras coga su chaqueta-. Me acompaas? Voy a recoger a mi mujer. Vamos a casa de Goyo. Lo nico que podemos hacer por l es atender a su familia.
Todo esto es una locura! exclam Arturo.
Cierto. Sabes que Goyo y su mujer me ofrecieron su casa de Ibiza? No han sido capaces de volver all desde que asesinaron a Eugenia. Esta vida es una mierda! Una jodida mierda!
Ests diciendo estupideces llevado por los nervios. Debes tranquilizarte. Te acompaar a tu casa, pero si no te importa prefiero no ir a casa de Goyo -dijo Arturo entrando en el ascensor.
Deberas hacerlo. l slo buscaba nuestra seguridad. Tal vez, por eso, por intentar protegernos, le han matado. Quiz lleg a descubrir al asesino.
Ana podra sentirse mal al verme. Entiende que la discusin que tuve con Goyo fue muy fuerte. Me resulta violento aparecer all despus de lo que pas. Adems, quiero llamar a Adela. Debo decrselo.
Est bien, como quieras. Imagino que asistiris al funeral? dijo Carlos.
Por supuesto. Te agradecera que me informaras de todo lo que suceda.
Pues entonces, hasta pronto. No es necesario que me acompaes a casa. Mara y yo nos iremos inmediatamente a casa de Goyo.
Te llamo en unas horas, si no te importa -dijo Arturo.
No, claro que no. Tal vez ests en lo cierto y lo mejor sea que Ana no te vea ahora -dijo Carlos pensativo.
Te juro que no me siento con fuerzas! Es una sensacin extraa. Cuando me has dicho que le haban asesinado, me he sentido un poco culpable Tal vez si le hubiese hecho caso, si Adela y yo le hubisemos prestado ms atencin en vez de sentirnos ofendidos; quizs ahora estara vivo.
Lo mejor ser que no pensemos ms en ello. Llmame! dijo Carlos subiendo al coche.
Lo har.
Saluda a Adela de mi parte.
Arturo levant la mano en seal de despedida mientras el coche de Carlos sala del garaje.
El editor se hizo cargo de todo lo concerniente al sepelio de su gran amigo. Adela hizo la reserva del vuelo nada ms recibir la llamada de Arturo y viaj desde Ibiza a Madrid para encontrarse con su esposo en la capital.
La autopsia revel que Goyo haba sido sedado antes de ser asesinado. El letrado, al igual que las vctimas anteriores, fue degollado. Esta vez en el lugar del crimen no haba guantes de goma. El nico objeto que el asesino dej fue una espada. Los dedos de la mano derecha de Goyo haban sido seccionados a excepcin del pulgar, que tena en su yema el dibujo de una cara sonriente, hecho con rotulador negro. Con el resto de los dedos el asesino haba formado la letra N. Encima de la mesa haba un sobre de color rojo que contena una nota. Su texto deca:
Todo est escrito.
Apocalipsis 6
Cuando el Cordero abri el segundo sello, o al segundo Animal que deca:
Ven Y sali otro caballo de color rojo; al que lo montaba se le dio el poder de quitar la paz de la Tierra, de hacer que los hombres se degollaran unos a otros; y se le entreg una espada grande.
La prensa se hizo eco del contenido de la nota y bautiz al asesino con el apodo de el Octavo Jinete del Apocalipsis.
Las fotos del cuerpo inerte de Goyo fueron publicadas en la primera pgina de una de las revistas ms sensacionalistas del pas. Alguien las mand a la redaccin guardando el anonimato. La polica tuvo conocimiento a travs de sus investigadores del anuncio que Goyo public en la prensa nacional una semana antes de ser asesinado. El texto deca: