I NTRODUCCIN
El trmino snscrito Upanishad, Upa-ni-shad, proviene de la unin del verbo sad, sentarse, con upa conectado a su vez con el latn sub, debajo de y ni, que se encuentra en las palabras inglesas be-neath - y ne-ther. Todo junto vendra a sealar una leccin sentada, una instruccin; la accin de sentarse a los pies de un maestro. Cuando leemos en los Evangelios que Jess subi a una montaa y, una vez instalado, sus discpulos se le unieron, podemos imaginarlos sentados a los pies de su Maestro, con lo que el Sermn de la Montaa podra considerarse en su conjunto un Upanishad.
Los Upanishads son tratados espirituales que varan en extensin. Los ms antiguos fueron compuestos entre el 800 y el 400 a.C. Con el tiempo su nmero aument, y llegaron a editarse unos ciento doce Upanishads en snscrito. Algunos fueron escritos en poca tan reciente como el siglo XV . Estos ltimos repiten casi todas las ideas de los antiguos Upanishads usndolas para una determinada escuela de pensamiento o instruccin religiosa. Los Upanishads ms extensos y quiz los ms antiguos son el Brihad-aranyaka y el Chandogya, que abarcan unas cien pginas cada uno, mientras que el Upanishad Isa, uno de los ms importantes y que no dista en edad de la Bhagavad Gita, solo tiene dieciocho versos.
Si todos los Upanishads conocidos se reunieran en un solo volumen, constituiran una antologa de aproximadamente la extensin de la Biblia. El espritu de los Upanishads puede compararse con el del Nuevo Testamento, resumido en las palabras Mi padre y yo somos uno y El reino de Dios est dentro de ti, cuya semilla ya se encuentra en las palabras de los salmos Yo he dicho: Vosotros sois dioses, y todos sois hijos del Altsimo.
La Bhagavad Gita podra considerarse un Upanishad; de hecho, al final de cada captulo hallamos una nota, aadida en tiempos posteriores, que comienza con las palabras: He aqu, el Upanishad de la gloriosa Bhagavad Gita.
Tericamente, un Upanishad podra incluso ser compuesto a da de hoy: un Upanishad espiritual que tendra su origen en la fuente nica de las religiones y el humanismo y que se aplicara a las necesidades del mundo moderno.
Cuando el prncipe Dara Shukoh, hijo del emperador Shah Jahan constructor del Taj Mahal, visit Cachemira en 1640, oy hablar de los Upanishads e hizo traducir cincuenta de ellos al persa. Esta traduccin se termin en 1657 y Anquetil Duperron la verti al latn mucho ms tarde, publicndola en Pars en 1802. Schopenhauer ley esta y dijo de los Upanishads: Su lectura ha sido el consuelo de mi vida y lo ser tambin de mi muerte Sie ist der Trost meines Lebens gewesen und wird der meines Sterbens sein.
En los cantos de los Vedas encontramos la admiracin del hombre ante la naturaleza: fuego y agua, los vientos y las tormentas, el sol y su salida se entonan con adoracin. A veces nos recuerdan al amor por la naturaleza expresado por san Francisco cuando canta:
Gloria a ti, mi Dios, por el regalo de tu creacin y especialmente por nuestro hermano, el sol, que nos concede el da y a travs del cual nos das luz. l es hermoso y radiante, y grande es su gloria, y da testimonio de ti, oh Altsimo.
Gloria a ti, mi Dios, por nuestro hermano el viento y el aire, sereno o en nubes y en todo tiempo, con el que sostienes a todas las criaturas.
Gloria a ti, mi Dios, por nuestra hermana agua, tan til y humilde, preciosa y pura.
Gloria a ti, mi Dios, por nuestro hermano fuego con el que iluminas la noche; l es bello, dichoso, fuerte y poderoso.
Los cantos de los Vedas no pueden comenzar con las palabras Gloria a ti, mi Dios, como lo hace el texto de san Francisco, ni alcanzar el sublime final del canto: Gloria a ti, mi Dios, por aquellos que perdonan por amor a ti Laudato si, mi Signore, per quelli che perdonano per lo tuo amore. La ascensin de los muchos al Uno no se haba completado an en los Vedas, ni encontramos en ellos el Espritu de amor revelado en el Upanishad Svetasvatara, en Buda y en la Bhagavad Gita.
Sin embargo, cuando en los Vedas el espritu del poeta se hace uno con el dios de su alabanza, hallamos a menudo un sentido de unicidad, como si hubiera un Dios por encima de todos los dioses, como cuando omos estas palabras dirigidas a Varuna, el Dios de la misericordia:
Oh Dios, te alabamos con nuestros pensamientos. Te alabamos an cuando el sol te alaba cada maana; para as encontrar la alegra sirvindote.
Mantennos bajo tu proteccin. Perdona nuestros pecados y concdenos tu amor.
Dios hizo los ros para que fluyeran. Nunca sienten cansancio, no cesan de fluir. Vuelan ligeros cual pjaros en el aire.
Que la corriente de mi vida fluya hacia el ro de la rectitud. Libera las ataduras del pecado que me aprisionan. No dejes que el hilo de mi canto se vea truncado mientras lo entono; y no permitas que mi trabajo acabe antes de su cumplimiento.
Rig Veda 11. 28
En uno de los ltimos cantos de los Vedas, el canto a Purusha, encontramos que el dios es descrito con unas palabras que nos recuerdan al Brahman de los Upanishads:
Purusha es el universo entero, es lo que ha sido y lo que ser. Una cuarta parte de l es todos los seres, tres cuartas partes son cielo inmortal.
Y cuando el poeta de los Vedas canta a la gloria de Vata, el dios de los vientos, dice as:
Espritu de los dioses, semilla de todos los mundos Atma devanam,bhuvanasya garbho.
En los Vedas tambin hallamos algunas de esas cuestiones supremas que el hombre se plantea cuando se pregunta sobre el significado de este gran Todo, y que seran respondidas ms tarde en los Upanishads:
Entonces no haba lo que es ni lo que no es. No haba cielo, ni alturas ms all del cielo. Qu poder haba? Dnde? Quin era ese poder? Haba un abismo de aguas insondables?
Entonces no haba muerte ni inmortalidad. Seales no haba del da o de la noche. El UNO respiraba por medio de su propio poder, en la paz infinita. Solo el UNO haba; ms all nada exista.
La oscuridad se hallaba oculta en la oscuridad. El todo era fluido y sin forma. All dentro, en el vaco, surgi el UNO por el fuego del fervor.
Y en el UNO surgi el amor: el Amor, primera semilla del alma. La verdad de esto la hallaron los sabios en sus corazones; buscando en ellos con sabidura, encontraron ese punto de unin entre el Ser y el no ser.
Quin conoce la verdad? Quin puede decir cundo y cmo surgi este universo? Los dioses son posteriores a su comienzo; por tanto, quin sabe, pues, de dnde procede esta creacin?
Solo ese dios que ve en las alturas celestiales: solo l sabe cundo surgi este universo y si fue hecho o creado. Solo l lo sabe, o tal vez no.
Rig Veda X. 129
El ritual de adoracin de los Vedas, cuando los hombres sentan la gloria de este mundo y rezaban para tener luz, debi de convertirse con el tiempo en la plegaria rutinaria desde las tinieblas para obtener las riquezas de este mundo. En los Upanishads detectamos una reaccin contra la religin externa, y cuando las ideas de los Vedas son aceptadas, se les da una interpretacin espiritual. Es la lucha continua entre la letra que mata y el espritu vivificante. As lo leemos en el