Dhammapada
Versin e introduccin de Juan Mascar Traduccin de Carlos Manzano
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AGRADECIMIENTOS
Deseo expresar mi agradecimiento a la University Press de Cambridge por el permiso concedido para citar en mi Introduccin un pasaje de
Shamsi Tabriz de Jalal'ud-Din Rumi, traducido por el profesor R. A. Nicholson, y a la Fundacin Rabindranath Tagore y a McMillan & Co. Ltd, de Londres, por el de citar un pasaje de un poema de
Gitanjali. J.
INTRODUCCIN
La palabra pali
dhamma corresponde al snscrito
dharma, la primera palabra del
Bhagavad Gita cuando se cita la esfera del
dharma, la esfera de la verdad.
INTRODUCCIN
La palabra pali
dhamma corresponde al snscrito
dharma, la primera palabra del
Bhagavad Gita cuando se cita la esfera del
dharma, la esfera de la verdad.
El pali, la lengua de las escrituras budistas de Ceiln, Birmania e Indochina, est emparentado con el snscrito del mismo modo que el italiano lo est con el latn. Como en italiano, la mayora de las palabras acaban con un sonido voclico y la mayora de las consonantes se suavizan con una consonante doble: as, el snscrito dharma pasa a ser dhamma en pali y nirvana pasa a ser nibbana. Se calcula que las escrituras pali son unas once veces ms largas que la Biblia. Adems de las escrituras pali, hay una inmensa literatura budista escrita en snscrito y en traducciones chinas y tibetanas. La palabra dhamma reviste una importancia suprema en el budismo y, tras esa simple palabra, hay un elevado significado espiritual. Dhamma procede de la raz snscrita DHR, que entraa el significado de sostener, permanecer y, por tanto, el de ley, una ley moral, una ley espiritual de rectitud, la ley eterna del Universo, la verdad.
En trminos cristianos corresponde a la voluntad de Dios. Pada significa, tanto en snscrito como en pali, pie, paso y, por tanto, entraa el significado de una senda. As, pues, Dhammapada indica la senda del dhamma, la senda correcta de la vida que hacemos con nuestros propios pasos, con nuestras propias acciones, y que nos conduce hasta la verdad suprema. El Dhammapada es la senda de la verdad, de la luz, del amor, de la vida, del nirvana. En trminos cristianos es la senda de Dios. Aun cuando no alcancemos el final de la senda, los gozos del peregrinaje son nuestros.
Podemos comprarlos sin dinero y sin precio. Lo que es en verdad la senda suprema pasa a ser para todos nosotros toda la senda de la perfeccin. La palabra Buda procede de la raz BUDH, estar despierto, ser consciente, saber. De la misma raz procede la palabra buddhi, que encontramos en el Bhagavad Gita y significa, segn los contextos, inteligencia, razn, visin, sabidura. Es la facultad del hombre que lo ayuda a distinguir lo bueno y hermoso de lo malo y feo, lo verdadero de lo falso, y, por tanto, lo ayuda a caminar por la senda en la que la gran oracin de los Upanishads encuentra su plenitud: De la falsa ilusin condceme a la verdad. De la obscuridad condceme a la luz.
De la muerte condceme a la inmortalidad. El avance del hombre en esta Tierra es un lento despertar y todas las visiones poticas o artsticas y todos los descubrimientos son un despertar, pero, tras las visiones por parte del hombre de algo infinito en lo finito y de algo eterno en lo transitorio y que hacen posibles sus creaciones de arte y poesa y todos los descubrimientos de la ciencia, est el gran despertar a la ley del dharma, el eterno nirvana, el Reino del Cielo. Muchos profetas espirituales llaman al despertar. Omos a Kabir (1440-1518), el santo y poeta indio, decir: Despierta, amigo, y no vuelvas a dormir! Ya ha pasado la noche, acaso vas a perder tambin el da? Llevas innumerables eras durmiendo; es que no vas a despertar esta maana? (Traduccin de Rabindranath Tagore) Podemos escuchar la gran poesa de Jalal'ud-Din Rumi (1207-1273), el mstico suf, en su Shamsi Tabriz: Amantes, amantes, ya ha llegado la hora de abandonar el mundo. El tambor de la partida llega a mi odo espiritual desde el Cielo. Mirad, el conductor se ha levantado y ha preparado la fila de camellos Y nos ha rogado que lo disculpemos: por qu estis dormidos los viajeros? Esos sonidos por delante y por detrs son los de la partida y los de las campanillas de los camellos.
A cada momento un alma y un espritu parten para el Vaco. De esas estrellas como velas invertidas, de esas azules marquesinas del cielo Ha surgido una estirpe maravillosa que puede revelar los misterios. Fuiste presa de un sueo pesado procedente de las esferas que giran: Ay de esta vida tan leve! Recela de ese sueo tan pesado! Alma, busca al Amado; amigo, busca al Amigo; Vigilante, estte alerta: no conviene que el vigilante duerma. Por doquier hay clamor y tumulto, en todas las calles hay antorchas y candelas, Pues esta noche el mundo atestado da a luz el mundo eterno. T eras polvo y ahora eres un espritu, eras ignorante y ahora eres sabio. Buda es el nombre que se dio al prncipe indio Gotama (563-483 a.
C.), cuando, tras seis aos de un denodado esfuerzo espiritual, despert a la luz infinita. Con el resplandor de esa luz, nos ofreci palabras de sabidura y amor, palabras que han ayudado a los viajeros en tiempos pasados, nos ayudan a nosotros ahora y ayudarn a los hombres en tiempos venideros, porque, sea cual fuere lo que un futuro inimaginable depare al hombre en eras por venir, las grandes palabras de sus dirigentes espirituales sern por siempre jams su luz y las palabras de Jess dan expresin a esa verdad: El Cielo y la Tierra pasarn, pero mis palabras no pasarn. Lo que ha sido una luz para unos pocos ser con el tiempo una luz para todos. Buda era un prncipe y haba nacido para ser rey, pero comprendi la vanidad de los reinos terrenales y anhel un Reino del Cielo: el nirvana. En la historia potica de la infancia y la juventud de Buda, se nos dice que su padre, el Rey, por miedo a que su nico hijo abandonara un da su corte y se convirtiera en un asceta mendicante, como le predijeron al nacer, decidi rodearlo de toda clase de placeres, construy para l tres palacios para las tres estaciones indias y adopt todas las disposiciones necesarias para que nunca viera a un anciano, un enfermo, un cadver o un asceta mendicante. Quiso la suerte que el joven prncipe viese a esas cuatro clases de personas y el misterio de la pena de la vida no le permiti descansar.
Sinti el anhelo de algo real tras la transitoriedad de las cosas, el anhelo que hizo decir al profeta hebreo: Como ansa el ciervo el agua del arroyo, As suspira mi alma por Ti, Dios mo. Mi alma est sedienta de Dios, del Dios vivo: Cundo llegar a estar delante de Dios? O como dice la antigua cancin inglesa: Jerusaln, mi dichoso hogar. Cundo llegar hasta ti? Cundo tendrn fin mis penas? Cundo podr ver tus gozos? O como comienza el poeta castellano Jorge Manrique (14401479) su magnfico poema: Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte, contemplando cmo se pasa la vida, cmo se viene la muerte tan callando. La pena es la que mueve a Shelley a cantar as: We look before and after,And pine for what is not:Our sincerest laughterWith some pain is fraughtOur sweetest songs are those that tell of saddest thought. Es la sensacin de que hay una divisin en nosotros, una separacin de algo infinito con lo que queremos reunirnos, porque somos como un nio perdido que llora en la obscuridad y lejos de su hogar. El joven prncipe no saba, pero anhelaba. No se senta feliz con las convenciones establecidas en su poca.
Pensaba que, para encontrar algo ms elevado, tena que abrir una senda por entre la jungla de los deseos y los miedos, de las falsas ilusiones y las contradicciones. Saba que el poder y los placeres slo significan una pequea vida y una pequea muerte. Sus flechas de deseo lo impulsaban, como dice el