Marianne Williamson - La Edad De Los Milagros

LA EDAD DE
LOS MILAGROS

CMO ADIPTAR UNA NUEVA
PERSPECTIVA ANTE LA MEDIANA EDAD

MARIANNE
WILLIAMSON

HAY HOUSE, INC.

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Contenido

Totalmente inexpertos entramos en la tarde de la

vida; peor todava, damos

este paso con la falsa presuncin de que

nuestras verdades e ideales nos servirn
como lo han hecho hasta ahora.

Pero, no podemos vivir la tarde de la vida de

acuerdo al programa de la maana de la vida,

pues lo que era grandioso en la maana, puede

no serlo al anochecer, y
lo que era verdadero en la maana,

puede convertirse en mentira al anochecer.

Carl Jung, Etapas de la vida

Arrugas. Olvidos frecuentes. No recuerda lo que hizo ayer. Encuentra sus lentes en la nevera. La piel de sus muslos es dispareja. Su trasero est demasiado flcido. Las personas ms jvenes le dicen seora (o seor). Sola hacer muchas cosas al tiempo, ahora ya no. Ya no reconoce el rostro que ve en su espejo. Siente envidia de los jvenes. No puede creer que cuando estaba joven no lo apreciara. Se siente invisible. No tiene idea de quines son los nuevos cantantes que estn de moda. Sola estar a la vanguardia, pero, aparentemente, ya no...

Si alguna de estas cosas le suena familiar, le doy la bienvenida a este nuevo territorio. Quiz pueda usar algunas ideas frescas para ayudarlo a navegar en el mar de los cambios.

Cada nueva experiencia lo hace enfrentar una nueva eleccin, y envejecer no es la excepcin. Cmo se desarrollar ante usted la etapa de ya no tan joven cmo asumir el periodo de su creciente madurezes una pregunta abierta que solamente usted puede responder. Si elige el camino de la menor resistencia, no de la manera taosta, sino desde la pereza, entonces la gravedad lo abrumar. Envejecer con poca gracia o alegra.

Pero, si pretende otra posibilidad para s misma, abrir las puertas a algo francamente nuevo. Al considerar la posibilidad de que pueda haber otro camino, abrir el paso a los milagros. Cementar un nuevo sendero, construir nuevas sinapsis en su cerebro, y le dar la bienvenida fsica y espiritual a las nuevas energas que de otro modo no hubieran encontrado en usted un hogar anuente.