2004 a Don Piper
2006 Baker Publishing Group (Spanish translation)
Originalmente publicado en ingls con el ttulo:
90 Minutes in Heaven
Publicado por Revell
Divisin de Baker Publishing Group
P.O. Box 6287, Grand Rapids, MI 49516-6287
www.bakerpublishinggroup.com
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para breves citas en reseas, sin el permiso previo de los editores,
con excepcin de lo previsto por las leyes de derechos de autor
en los Estados Unidos de Amrica.
A menos que se indique lo contrario, todos los textos bblicos han
sido tomados de la La Santa Biblia, Nueva Versin Internacional.
1999 por la Sociedad Bblica Internacional.
Usado con permiso.
Desarrollo editorial: Grupo Nivel Uno, Inc.
Spire edicin publicada en 2013
ISBN 978-1-4412-0102-7
Impreso en Estados Unidos de Amrica
Un amigo me dio este libro cerca de la medianoche, y a las dos o tres de la maana todava estaba leyndolo. Es una historia maravillosa e inspiradora que ilumina nuestra perspectiva y nos da una sensacin de seguridad, claridad y calidez.
Donald Miller,
autor de Blue Like Jazz
Los noventa minutos de Don Piper en el cielo cambiaron su vida y perspectiva. Este libro le dar la seguridad de que Dios es fiel para acompaarle aun en las circunstancias ms horribles. Que este relato de un testigo ocular de la esperanza que hay por delante cambie tambin su perspectiva de la vida.
Michael Carter,
CBN, administrador principal
Cautivante y muy bien escrito, este libro captar su atencin y se apoderar de su corazn. Don relata su historia, la experiencia que todos los cristianos anhelamos or. La misma elevar su espritu y aliviar su dolor.
Ron Hill,
pastor, The Fellowship of San Antonio
Contenido
Cubierta frontal
Pgina de ttulo
Pgina de Copyright
Elogios
Dedicatoria
Agradecimientos
Prlogo
1. El accidente
2. Mi tiempo en el cielo
3. Msica celestial
4. Del cielo a la tierra
5. De la tierra al hospital
6. Comienza la recuperacin
7. Decisiones y desafos
8. Dolor y adaptacin
9. Interminables adaptaciones
10. Ms milagros
11. De vuelta a la iglesia
12. Sincero conmigo mismo
13. La mano que aferra
14. La nueva normalidad
15. Tocar vidas
16. Encontrar un propsito
17. Aoranzas de mi hogar
18. Los por qus
Notas
Acerca de los autores
Cubierta posterior
Agradecimientos
E scrib este libro en defensa propia. En los aos que pasaron desde 1989, rara vez he podido satisfacer a alguien con respuestas rpidas o encuentros breves que relaten mis experiencias. En la radio, la televisin, los peridicos, y desde un sinnmero de plpitos y podios de disertacin, en general, he dejado ms preguntas sin respuesta que dado contestaciones satisfactorias. La gente siempre ha querido saber ms... siempre ms. Escrib tres manuscritos distintos sobre esta experiencia para satisfacer las mentes inquisitivas. Ninguno me satisfizo. Por eso convenc a uno de los autores distinguidos de los Estados Unidos para que se asociara conmigo y escribiramos un libro que respondiera a los temas ms impactantes con relacin a mi muerte y mi vida. Cecil Murphey, autor de muy exitosas biografas de luminarias como Franklin Graham, Truett Cathey, B. J. Thomas, Dino Karsanakas y el Dr. Ben Carson, me dio la perspectiva que yo quera para escribir el libro que necesitaba escribir. Es este que tiene usted hoy en sus manos.
Cec se ha convertido en un devoto amigo, confidente y mentor. En realidad, una de las bendiciones de escribir este libro ha sido conocer a Cec Murphey. Su pasin por este proyecto se siente en cada pgina. Gracias, Cec! Te lo agradezco profundamente. De la misma manera, Deidre Knight, de la Agencia Knight, crey en este proyecto, y eso lo aprecio mucho. Y la Dra. Vicki Crumpton del Baker Publishing Group es una persona a la que he llegado a admirar. Su dedicacin para ver esta historia publicada me es muy valiosa.
Quiero agradecer al personal de la Unidad de Trauma del Centro Mdico Memorial Hermann y del Hospital Episcopal de St. Luke en Houston por su devocin a las artes de la sanidad. Mi agradecimiento especial al Dr. Thomas Greider, mi cirujano traumatlogo desde esa fatdica noche del 18 de enero de 1989.
Varias personas preciosas de Dios de muchas iglesias me han permitido servirles. Sus oraciones no solo fueron cruciales para mi supervivencia, sino que su presencia ha sido una bendicin para mi ministerio. Mi ms profunda gratitud a la Iglesia Bautista de South Park de Alvin, Texas, grandes guerreros de la oracin a Dios. Adems quiero reconocer la contribucin especial de la Primera Iglesia Bautista, la Iglesia Bautista Airline y la Iglesia Bautista Barksdale, todas de Bossier City, Louisiana. Mi padre en el ministerio, el Dr. Damon V. Vaughn, antiguo pastor de las primeras dos de estas iglesias, tambin ha contribuido de una manera tal que estoy en deuda con l.
Por estar fielmente conmigo desde mi accidente, expreso todo mi amor a la Primera Iglesia Bautista de Rosharon, Texas, junto a la Iglesia Bautista de Hunters Glen y Murphy Road de Plano, Texas. Desde 1996 he llamado a la Primera Iglesia Bautista de Pasadena, Texas, mi lugar de servicio. Su apoyo para este proyecto ha sido incansable y muy tierno. Gracias a todos por su paciencia, oraciones y amor.
A Anita Onerecker y su fallecido esposo Dick, gracias por permitir que Dios los usara de manera tan dramtica. A todos mis amigos, hermanos y hermanas en Cristo, que oraron con tanta pasin, gracias. Solo Dios conoce sus sacrificios y amabilidad. Y por sobre todo, gracias a mis amigos de tantos aos, Cliff McArdle y David Gentiles, verdaderos regalos de Dios. De da o de noche, de forma cmoda o incmoda, con sacrificio o sin l, siempre han sido fieles. Y gracias a todos por alentarme a completar este libro.
Por ltimo quiero expresar mi profunda gratitud a los padres de mi esposa, Eldon y Ethel Pentecost, y a mis padres, Ralph y Billie Piper, por sus incalculables sacrificios y fiel apoyo. A mis tres hijos, Nicole, Chris y Joe, les digo... Dios me ha dado hijos mucho mejores de lo que merezco. Soy muy bendecido. Cmo agradecerles por todo lo que han significado para m, an ms desde ese mircoles hace ya tanto tiempo? Y a mi esposa desde hace treinta aos, Eva... nadie debiera tener que hacer todo lo que tuviste que hacer por m. Pero lo hiciste, con fidelidad, con compasin y sin dudar. De toda mi familia y amigos, solo ella puede en realidad saber lo doloroso que ha sido este viaje cada da, porque lo ha soportado conmigo. Eva, eres un regalo de Dios.
Seor, t sabes que no siempre entend los por qus de lo que sucedi, pero nunca dej de confiar en ti. Oro, Abba Padre, porque este humilde esfuerzo por relatar mi historia te agrade y bendiga a muchos. Amn
Don Piper
febrero de 2004
Don con sus hijos Chris y Joe en 1982.
Prlogo
F allec el 18 de enero de 1989.
Los paramdicos llegaron en minutos al lugar del accidente. No encontraron pulso y me declararon muerto. Me cubrieron con una lona para que los curiosos no me estuvieran mirando mientras atendan a los dems heridos. No tena conciencia alguna de los paramdicos ni de nadie ms.
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