Card. Christoph Schönborn - Hemos encontrado Misericordia (Cuadernos Palabra) (Spanish Edition)

Cardenal Christoph Schnborn

Hemos encontrado
Misericordia

El misterio
de la Divina Misericordia

Prlogo y edicin
de
Hubert Philipp Weber
SEGUNDA EDICIN

1 edicin, octubre 2011

2 edicin, diciembre 2012

Coleccin: Cuadernos Palabra

Christoph Schnborn, Wir haben Barmherzigkeit gefunden. Das Geheimnis des gttlichen Erbarmens edited by Hubert Philipp Weber 2009 Verlag Herder GmbH, Freiburg im Breisgau, 2011

Ediciones Palabra, S.A., 2011

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Telf.: (34) 91 350 77 20 - (34) 91 350 77 39

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Traduccin del alemn: Jos M. Garca y Antonio G. Pelegrn

Diseo de cubierta: Ral Ostos

Fotografa de portada: Corbis

Edicin en ePub: Jos Manuel Carrin

ISBN: 978-84-9840-836-2

Todos los derechos reservados. No est permitida la reproduccin total o parcial de este libro, ni su tratamiento
informtico, ni la transmisin de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea
electrnico, mecnico, por fotocopia, por registro u otros mtodos, sin el
permiso previo y por escrito del editor.

En la primera carta a Timoteo, se dice sobre la conversin de san Pablo: Pero por eso he encontrado misericordia, para que yo fuera el primero en que Cristo Jess mostrase toda su magnanimidad (1 Tm 1, 16). Si Pablo, como en tantas otras ocasiones, exhorta a los lectores de sus cartas a que le tomen como modelo, est refirindose justo a esto: del mismo modo que l mismo, tambin todos nosotros hemos encontrado misericordia (cfr. Rm 1, 30-31; ver tambin 1 P 2, 10). Al misterio de la misericordia divina es intrnseco el hecho de que tiene validez para todos los hombres y que resulta vital para cada persona individual. La enseanza del cristianismo es la buena nueva de la misericordia de Dios. El mundo la necesita ms que nunca y la Iglesia tiene la tarea primordial de anunciarla.

Al mismo tiempo, en mltiples ocasiones se pone en entredicho el mensaje de la Divina Misericordia. No es una debilidad depender de la misericordia? Cmo se relaciona esta con la libertad? A quin se revelar Dios como misericordioso? Tenemos tambin nosotros que ser misericordiosos? Qu sucede con la justicia en este contexto? Y qu significa misericordia? Son todas estas cuestiones serias que debe plantearse toda predicacin de la fe.

Por otro lado, hay muchos ejemplos de una misericordia autnticamente vivida en la Iglesia y fuera de esta. Del 2 al 6 de abril de 2008 se celebr en Roma el Primer Congreso mundial sobre la Divina Misericordia. Durante cuatro das intercambiaron testimonios personas que necesitan y que transmiten la misericordia de Dios. En todos los lugares de la Iglesia y del mundo se puede apreciar la existencia de hambre y sed de la misericordia de Dios. El probablemente ms emotivo testimonio del congreso fue el de Immacule Ilibagiza, la nica persona de su gran familia que sobrevivi al genocidio en Ruanda, escondida durante 90 das en el cuarto de bao de su casa. No solo vio cmo era asesinada toda su familia, sino que tambin conoci al asesino de esta. Gracias a la fuerza de la misericordia de Jess que llevaba en lo ms profundo de su corazn, supo perdonar a ese asesino. Hoy, su testimonio proporciona a muchas personas de todo el mundo la fuerza reconciliadora y curativa de la misericordia.

El cardenal Christoph Schnborn, que particip de modo decisivo en los preparativos y la organizacin del Congreso, del que fue Presidente, lo tom como ocasin para dar cada mes, durante todo el ao dedicado a esos trabajos y en la catedral de San Esteban de Viena, unas catequesis sobre la Divina Misericordia, que se recogen aqu en los nueve captulos de este libro, de forma abreviada y revisada.

La catequesis comienza con el Papa Juan Pablo II. Como l mismo dijo, en el centro de su actividad se encontraba la enseanza de la Divina Misericordia. En un mundo lleno de discordia, pecado y sufrimientos, deseaba anunciar la misericordia de Dios a todos los hombres. Estableci que el domingo posterior a Pascua, el domingo in albis, fuera celebrado en la Iglesia como el Domingo de la Divina Misericordia, una intencin marcada por las visiones de santa Faustina Kowalska. Estas desempearn un papel importante en los siguientes captulos.

El segundo captulo est dedicado al mensaje del Antiguo Testamento. Con el ttulo El Dios colrico y misericordioso se plantea tambin el problema: para muchos, el Antiguo Testamento representa el mensaje amenazante de un Dios vengativo, mientras que solo el Nuevo Testamento habra trado la enseanza del amor. Sin embargo, quien estudia atentamente la Sagrada Escritura comprobar que todo el Antiguo Testamento se caracteriza por la historia del amor de Dios con su pueblo Israel.

En el tercer captulo se observa la misericordia de Jess; su solicitud por los pobres y por los que sufren hace que la misericordia de Dios sea palpable para todos. Sin embargo, no puede haber misericordia sin la verdad y la justicia. De ello hablan frecuentemente los evangelios.

Jess pag un precio muy alto por nuestra salvacin: dio su vida. De esto trata el cuarto captulo, que tambin muestra el movimiento contrario a la misericordia: el endurecimiento del corazn, que lleva irremediablemente al pecado.

El quinto captulo recuerda al apstol san Pablo: se encontraba en un camino que le alejaba de Dios y fue alcanzado por Cristo. Su vocacin en el camino de Damasco es la experiencia clave que le abri la puerta a una nueva vida. En el centro de su pensamiento se encuentra la Cruz de Cristo, que hace visible de modo nico el amor de Dios por los hombres.

El captulo sexto recuerda el sacramento de la misericordia, la confesin. Este maravilloso regalo de Dios se ha vuelto extrao para muchos hoy en da, lo cual probablemente tambin se deba al modo en que se ha practicado ese sacramento: no siempre estaba en su centro el aliento de la misericordia. Es menester descubrirlo de nuevo; y, para ello, los escritos de sor Faustina pueden ser una gran ayuda.

La tradicin catequtica conoce las obras de misericordia, a las que se dedica el sptimo captulo. La voluntad de Jess la cumplen todo aquellos que actan de acuerdo con su ejemplo. La solicitud por los dems, dar la vida por los dems, es algo originalmente humano. Al mismo tiempo, el cristianismo con toda su historia se ha convertido una y otra vez en el motor de la misericordia.

El captulo octavo recuerda a Mara, la Madre de Jess. En todo el mundo, los cristianos la conocen como Madre de misericordia. Nos invita a seguir su ejemplo, a dejarnos capturar como Ella por la misericordia de Dios y a hacer visible esta misericordia a todo el mundo.

Para finalizar, en el noveno captulo se trata una de las cuestiones ms difciles de la fe: habr, al final, misericordia para todos los hombres? No hay duda en que Dios quiere la salvacin para todos los hombres. Pero es esto posible sin justicia? Qu sentido tiene el sufrimiento en el mundo? La misericordia de Dios por el mundo se toma en serio la libertad humana; sin embargo siempre es mayor que cualquier mezquino fin humano en s mismo y es una oferta abierta al hombre.

Una y otra vez se encuentra un gran nmero de testigos de la misericordia; frecuentemente, son las personas sencillas las que experimentan misericordia de un modo muy sencillo. Entre ellas hay un nmero especialmente elevado de santas, a las que se citar una y otra vez aqu: junto a sor Faustina, por ejemplo, santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) o santa Catalina de Siena. Son acompaantes valiosas en este camino catequtico.