Presentacin
El presente texto naci de nuestro anhelo por justipreciar, no slo como sujeto literario sino ante todo como sujeto humano, a quien es uno de los mayores poetas de Chile nacidos en La Araucana. En efecto, Jorge Teillier Sandoval, de cuya obra se han hecho antologas, reediciones y un sinnmero de ensayos y notas de prensa, careca hasta el momento de una biografa que diera cuenta de su vida y de manera unificada. El estilo de crnica periodstica dividida en 16 fragmentos, nos permiti, sin subvertir la realidad y con estricto apego a nuestras fuentes y a lo investigado, indagar en la vida de este lautarino cuya efigie se proyecta al provenir.
La presente Nostalgia del futuro, biografa del poeta Jorge Teillier, cont con el financiamiento del Gobierno Regional de La Araucana a travs del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) y el patrocinio del Grupo de Amigos de la Biblioteca de Lautaro. Sin el concurso de aquellas entidades, habra sido imposible ni siquiera comenzar el presente trabajo.
No obstante nuestro anhelo de no mentar instituciones, salvo las antes citadas, nos asiste el derecho de reconocer a dos: el Colegio de Periodistas de La Araucana y la Asociacin de Escritores Juan Emar. Agradecemos entonces a las personas siguientes:
Javier Aguirre, Hugo Alster, Wenceslao lvarez, Esteban Araneda, Hctor Aravena, Jorge Aravena Llanca, Paula Araya, Roberto Araya, Silvana Ayala, Luca Arellano, Anbal Barrera, Juan Cameron, Lautaro Cnovas, Anglica Castillo, Carolina Castillo, Rubn Cifuentes, Juan Cristbal, Clementina Cruces, Katherine Chvez, Erwin Daz, Mirta Durn, Lorena Espinoza, Roberto Fernndez, Andrs Florit, Andrs Gana, Patricia Garca Villarroel, Bernardo Gonzlez, Ernesto Gonzlez, Carmen Gutirrez, Sonia Gutirrez, Renato Hauri, Eduardo Henrquez, Ricardo Herrera, Rodrigo Hidalgo, Rodrigo Hiriarte, Franco Ibez, Miguel Jaramillo, Elsa Lacalle, Valentn Madariaga, scar Mancilla, Rolando Mancilla, Luis Marn Muoz, Karin Micelli, Dmaris Molina, Miguel ngel Navarrete, Roberto Neira, Nan Nmez, Maria Luisa Ortega, Beatriz Ortiz de Zrate, Lorenzo Peirano, Hildebrando Prez Grande, Marcelo Poveda, Gerardo Quezada, Sara Quezada, Gina Quintana, Karimme Riadi, Armando Roa, Jos Manuel Rodrguez, Waldo Rojas, Wellington Rojas, lvaro Ruz, Miguel Ruz, Daniel Sandoval, Reinaldo Sandoval, Leonardo Sanhueza, Marcelo Segura, Carolina Teillier, Fernando Teillier, Sara Teillier, Sebastin Teillier, Jairo Troppa, Armando Uribe, Sergio Valenzuela, Julio Valverde, Francisco Vjar, Leonora Vicua, Cristina Wenke, Juan Zapata y Nelson Zapata.
Temuco, enero de 2015.
Primera parte: Nostalgia del futuro, una biografa
Los aos del Far West
Ruffec, Francia, 1914. Aviones caza sobrevuelan los cielos en direccin a Pars. Hay incertidumbre entre las gentes de esa aldea de 600 habitantes. Cientos de miles de hombres, llorando lgrimas de acero, dejarn sus hogares para engrosar las filas del ejrcito francs, tambin algunos jvenes de Ruffec. Hace algunos meses ha comenzado la Primera Guerra Mundial, una experiencia demencial, un alarde de febril intolerancia que en poco ms de cuatro aos cobrar la vida de 30 millones de seres humanos.
En tanto, a 12 mil kilmetros de distancia, en un territorio conocido como La Frontera, un colono francs ya cincuentn, absorto por el sol de la naciente primavera y la felicidad de ser, no piensa en la Gran Guerra ni en su aldea natal. George Teillier Pannelier (1857-1939) ajusta su cmara sobre un improvisado trpode de madera y se aboca a la tarea de componer el cuadro. Dispara el obturador y horas ms tarde contempla a una seora y a unas nias descalzas, en medio de un ro de escaso caudal; y en un plano posterior, de izquierda a derecha, un cerco de madera, algunos rboles vistiendo una planicie que acaba en meseta, unos pocos animales y un conjunto de casas donde sobresale una iglesia. Pero el objeto gigantesco, ese gran animal domstico que desborda su emocin y la de su futuro nieto Jorge es un ferrocarril con 11 vagones cargados de troncos, que en ese momento se alza victorioso sobre el puente del ro Traigun y se dirige al sur.
George Teillier Pannelier haba zarpado junto a su esposa, Melanie Morin Ruffaud (1865-1937), desde el puerto de Burdeos, en el vapor Galicia, a la altura de 1886. Venan a un pas republicano e ignorado que deca ser la copia feliz del Edn, con la ilusin de ser artfices de su propio destino. Mis abuelos llegaron a Quilln [en realidad es Quino] y eran unos 600 colonos. El gobierno les entreg 40 hectreas a cada familia, una yunta de bueyes, instrumentos de trabajo y materiales para construirse una casa, pero ellos vinieron engaados porque les aseguraron que Chile era un pas de vias, y como ellos eran agricultores de Burdeos, especializados en viedos, se interesaron, pero llegaron aqu a una zona donde las tierras estaban recin cultivadas, donde llova demasiado y donde no haba nada; de igual forma salieron adelante.
El alcance de Jorge Teillier al periodista Carlos Olivrez, es certero: fueron muchos los colonos que, despus de las etapas ms violentas de la Ocupacin de la Araucana, acaecida en Chile entre 1861 y 1883, fueron reclutados ante todo de pases europeos como Francia, Italia, Suiza, Blgica, Inglaterra, Espaa y Alemania, con el fin de poblar una regin donde pocos anhelaban habitar. El plan incluy no slo acciones militares el primer y sobornable cuerpo de polica se cre recin en 1896, sino tambin la penetracin de los territorios, mediante el traspaso de la cultura chilena al otro lado de La Frontera, determinada por el ro Bo-Bo desde el Parlamento de Quiln, realizado entre los indgenas y la corona espaola en 1641. Se buscaba fundar o ms bien potenciar las ciudades ya fundadas, construir caminos, telgrafos y crear escuelas y hospitales. Ser necesario decir que ese gesto civilizador y de resguardo de fronteras implic, ya de forma tcita o a partir de usurpacin de territorios, muchas veces la negacin del otro? [Los mapuches] tomaban muday y chicha de manzana, que tiene muy pocos grados alcohlicos. El mapuche fue derrotado por el aguardiente. El toro blanco como lo llamaban. Tenan razn, ese toro te pegaba una sola corneada y caas al suelo despus firmaban cuanto papel les ponan por delante para que todas sus tierras pasaran al huinca.
Eran aos donde la violencia coexista con cierto estatus de normalidad. Aos de inviernos cenagosos y veranos abundantes, de bandidaje y cuatrerismo, de carabinas y litigios y esperanzas desahuciadas, de afanes de progreso y aoranza por un mundo que se extingue.
La gente antigua no tena nombre para los meses
de los aos.
Se orientaban diciendo:
tiempo de los brotes, luna de las primeras
frutas;
tiempo de sol y de cosechas; cosecha
guardada, cada de las hojas de manzano;
brotes grises, luna cenicienta, estacin
de las
lluvias, lunas fras, escasez.
A la declinacin de una raza soberbia, gallarda y belicosa (como reza La Araucana de don Alonso de Ercilla), que nunca fue ahogada del todo y se proyecta hacia el futuro a pesar de las tenaces reducciones a que fuera sometida, tanto desde el Estado como desde los privados, en litigios no pocas veces fraudulentos, se una el deseo de otra de forjarse un patrimonio: una raza venida desde Europa, pero que se enamor de la regin al poco andar. Sabemos que a George Teillier Pannelier lo abrum la agricultura, de la que saba poco y nada, vendi sus tierras en Quino y se compr un solar en Victoria, donde instal un almacn con pensin. Muy pronto le nacieron cinco hijos: Alfonso, Jorge, Ren, Blanca y Fernando (padre del poeta que motiva esta