NGEL E STEBAN Y A NA G ALLEGO
D E G ABO A M ARIO
ngel Esteban es profesor de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Granada. Ha dictado cursos y conferencias en ms de cincuenta universidades y publicado ms de cuarenta libros, entre los que cabe citar Donde no habita el olvido, Cuando llegan las musas, Literatura cubana: entre el viejo y el mar y, con Ana Gallego, Juegos de manos: antologa de la poesa hispanoamericana de mitad del siglo XX.
Ana Gallego es doctora en Filologa Hispnica y licenciada en Antropologa Social y Cultural por la Universidad de Granada. Actualmente da clases de literatura hispanoamericana en esta universidad. Es coautora de la antologa Juegos de manos, as como la autora de Trujillo: el fantasma y sus escritores (Historia de la novela del trujillato) y de ms de una veintena de artculos cientficos en revistas especializadas del campo.
T AMBIN DE NGEL E STEBAN
Donde no habita el olvido
Cuando llegan las musas
Literatura cubana: entre el viejo y el mar
T AMBIN DE A NA G ALLEGO
Trujillo: el fantasma y sus escritores
(Historia de la novela del trujillato)
T AMBIN DE NGEL E STEBAN Y A NA G ALLEGO
Juegos de manos: antologa de la poesa hispanoamericana de mitad del siglo XX
PRIMERA EDICIN VINTAGE ESPAOL, ENERO 2011
Copyright 2009 por ngel Esteban y Ana Gallego
Copyright del eplogo 2011 por ngel Esteban
Todos los derechos reservados.
Publicado en los Estados Unidos de Amrica por Vintage Espaol,
una divisin de Random House, Inc., Nueva York,
y en Canad por Random House of Canada Limited, Toronto.
Originalmente publicado en Espaa como De Gabo a Mario: la estirpe del Boom
por Espasa Calpe, S. A., Madrid, en 2009.
Copyright 2009 por Espasa Calpe, S. A.
Vintage es una marca registrada y Vintage Espaol y su colofn
son marcas de Random House, Inc.
Informacin de catalogacin de publicaciones disponible
en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.
eISBN: 978-0-307-74435-7
www.grupodelectura.com
v3.1
NDICE
A lvaro y Pepa
D E VEZ EN CUANDO LA VIDA
T odos somos ignorantes, lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas. Por eso, unos alcanzan cimas y otros se quedan en las simas. El dueo de la primera frase, un tal Albert Einstein, era un ignorante porque no saba que Gabo naci en Aracataca el 6 de marzo de 1927, pero su tesis doctoral, que apenas tena una lnea, cambi el mundo: aquello tan escueto que no ignoraba (no necesit varios cientos de pginas para convencer a un sesudo tribunal) tuvo una repercusin en la fsica contempornea y en el conocimiento cientfico posterior solo comparable al descubrimiento de Newton. Eso demuestra que lo que no se ignora es lo que pone a cada uno en su sitio. Del derecho y del revs, uno solo es lo que es y anda siempre con lo puesto: nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio. El dueo de esta ltima frase, Joan Manuel Serrat, bien lo sabe, y por eso lo que no ignora le ha dado el reconocimiento de que hoy goza.
Lo que vas a encontrar en este libro, ignorante lector, es una historia en la que los protagonistas tuvieron la suerte de saber lo necesario en el lugar correcto y el tiempo adecuado, y por ello hoy son lo que son: grandes figuras de la literatura mundial, culpables de que los aos sesenta y setenta del XX hayan sido el verdadero siglo de oro de la literatura hecha en Amrica Latina, la ms floreciente de todo el planeta. Verdad nada triste y que no tiene remedio, ni desea tenerlo. Pero no todo fueron facilidades: los proyectiles del boom, que estallaron en un permetro similar al del globo terrqueo, tienen una historia de oscuras y difciles vicisitudes. Nadie ignora el trauma que sufri Mario Vargas Llosa cuando conoci a su padre a los nueve aos y los tormentos a los que fue sometido durante su adolescencia, por la rigidez de su educacin y la negativa a que el cadete escribiera literatura. Pocos desconocen ya la vida errante de Garca Mrquez durante ms de treinta aos, primero con sus abuelos, porque los padres no podan alimentarlo, y luego por los diversos trabajos que realiz para ganar una miseria, lo que lo llev a empear sus manuscritos y ser fiado por el dueo de la casa de putas donde viva; tampoco resulta grato recordar el momento en que el pequeo Borges, con nueve aos, habiendo vivido entre algodones en un ambiente familiar de ensueo, tuvo que ir a la escuela y comprobar que el mundo era ancho y ajeno, o ms tarde, cuando constat que haba heredado la enfermedad de su padre e iba a quedarse ciego a una edad temprana. Como ttrico podra definirse el aspecto de Guillermo Cabrera siendo doblemente infante, sin zapatos ni apenas ropa, hasta que pudo salir de Gibara; pobre y desolado fue el primer contacto de Donoso con el mundo editorial, pues tuvo que pagar la publicacin de su primer libro de cuentos con el dinero que le adelantaron amigos y familiares; y triste fue, en fin, la infancia de Julio Cortzar, entre una madre deprimida por el abandono de su marido, y un mdico que le aconsejaba a su progenitora que el nio no leyese, porque poda ocasionarle trastornos mentales.
Pero todos ellos, y muchos ms de los relacionados con el boom, supieron cmo sobreponerse a esas dificultades y llegar a la cima en la que se colgaron, por mritos propios, y por creer y apostar por una vocacin certera. Seguramente, si han escuchado la cancin de Serrat De vez en cuando la vida, han pensado en el camino que recorrieron, las noches de sustancia infinita cadas en su dormitorio, las crisis de creacin, la ausencia o el capricho de las musas, la negativa de un editor a aceptar un manuscrito, las crticas cidas a alguna de sus obras, y, probablemente, han concluido que, a pesar de todo, merece la pena vivir y dedicarse a la literatura, porque:
De vez en cuando la vida
Nos besa en la boca
Y a colores se despliega
Como un atlas,
Nos pasea por las calles
En volandas
Y nos sentimos en buenas manos;
Se hace de nuestra medida,
Toma nuestro paso
Y saca un conejo de la vieja chistera
Y uno es feliz como un nio
Cuando sale de la escuela.
De vez en cuando la vida
Toma conmigo caf
Y est tan bonita que
Da gusto verla.
Se suelta el pelo y me invita
A salir con ella a escena.
De vez en cuando la vida Se
nos brinda en cueros
Y nos regala un sueo
Tan escurridizo
Que hay que andarlo de puntillas
Por no romper el hechizo.
De vez en cuando la vida
Afina con el pincel
Se nos eriza la piel
Y faltan palabras
Para nombrar lo que ofrece
A los que saben usarla.
De vez en cuando la vida
Nos gasta una broma
Y nos despertamos
Sin saber qu pasa,
Chupando un palo sentados
Sobre una calabaza.
(J. M. Serrat, De vez en cuando la vida)
Los chicos del boom supieron cmo usar la vida, pero tuvieron que trabajar duro para ello. En este libro veremos cmo, en los aos sesenta, cuando nadie hablaba todava de la literatura en Latinoamrica, una serie de hechos y la publicacin de ciertas obras cambiaron el panorama cultural de Occidente de manera ostensible; asistiremos al triunfo de la Revolucin Cubana y a la incorporacin de los intelectuales latinoamericanos, y muchos europeos, al carro de los exultantes vencedores; recorreremos las calles de Caracas, Bogot y Lima de la mano de Gabo, Mario y Jos Miguel Oviedo para asistir a los fastos del estallido real del