Riso - Ama y no sufras

Este amor

Tan violento

Tan frgil

Tan tierno

Tan desesperado

Este amor

Bello como el da

Y malo como el tiempo

Cuando hace mal tiempo

Este amor tan verdadero

Este amor tan hermoso

Tan feliz

Tan alegre

Y tan irrisorio

Temblando de miedo como un nio en la oscuridad.

J ACQUES P RVERT

Al escribir este prlogo doy a tal palabra el significado que nos brinda el Diccionario de la Lengua Espaola: Discurso antepuesto al cuerpo de la obra en un libro de cualquier clase, para dar noticia al lector del fin de la misma obra o para hacerle cualquier otra advertencia. Sin embargo, resulta que las palabras tienen un sentido. En este caso deseara que dicho sentido tuviera ms importancia que el significado.

Las palabras de Walter Riso reunidas en el texto Ama y no sufras resuenan en m de una manera especial. Traen a mi corazn y a mi memoria viejos sentimientos, ideas defendidas hace muchos aos, aunque ya casi olvidadas, y hacen que revivan conocimientos, aparezcan dudas y se reafirmen conceptos. Lo que Walter Riso dice en este libro es para m como una voz nueva y antigua a la vez, en ocasiones diferente, pero siempre como una voz hermana. Sus palabras trajeron a mi memoria un episodio olvidado hasta ahora.

Todo haba comenzado en un paseo de adolescentes. Llegamos, en la madrugada, ms all de los cerros que rodean la ciudad. ramos un grupo bullicioso, escandaloso y alegre, que finga seguridad y cinismo, aunque la mayora nos encontrbamos angustiados por la apariencia de la ropa deportiva apenas estrenada, por la falta de capacidad para trepar o saltar obstculos y con el temor oculto de no lograr superar un repecho o por el miedo a los comentarios que pudieran generar nuestras conductas y logros durante el paseo. La maravillosa salida del sol, la frescura del aire, el estallido esplendoroso de la naturaleza alrededor, el fuego de la hoguera, el avistamiento de un oso (que todava no sabemos si fue real o imaginario) nos embargaron y produjeron en nosotros una sensacin de bienestar y alegra que perdur toda la jornada. Atrs quedaron las inseguridades y las dudas.

Sin embargo, cuando lo pienso en este momento, lo que contribuy a producir la ms clida sensacin del da fue la presencia de una pareja que haba empezado a amarse haca slo un mes. Irradiaban algo fsico, tierno, amable y cuidadoso: eros, philia y gape tal como se entienden en el texto que nos ocupa, eran palabras y significados que por aquel entonces desconocamos. No obstante, algo oscureci al final la luminosa jornada: la enamorada, al despedirse, irrumpi en llanto, en un verdadero mar de lgrimas salido desde adentro, veraz, pasional y contagioso. Por qu el llanto? Por qu el dolor? Ella respondi: Esto es tan maravilloso que no puede durar, se acabar. La tranquilizamos como nos fue posible.

Sin embargo, pese a nuestros buenos augurios, despus de un tiempo sus temores se hicieron realidad. Retornaron las lgrimas, se instal el dolor, el rencor, la desilusin. El amor haba terminado, lleg el nunca ms, el maldita sea, la amargura. Paradjicamente la mujer haba estado en lo cierto, haba muerto lo maravilloso; la sorpresa, el deslumbramiento, la pasin y la novedad se haban ido para siempre.

De manera consciente o inconsciente, concebimos el amor desde la perfeccin, lo creemos permanente y no admitimos que pueda transformarse.

Esta historia se vuelve doblemente triste cuando pensamos que ese afecto habra podido salvarse del desamor y crecer en sabidura y madurez si alguien les hubiera transmitido un mensaje ms completo y realista sobre el amor, tal como lo hace Ama y no sufras.

El texto crea un espacio de reflexin acerca de las dimensiones bsicas del amor, sobre cmo experimentarlo y gozarlo, cmo hacerlo perdurable y afrontar el sufrimiento si ste apareciera.

Pese a lo anterior, y conociendo lo vasto que es el campo del amor, s que el autor no ha pretendido jams agotar el tema en su texto. En su jugoso contenido, hay un aspecto que a mi manera de ver tiene una enorme importancia para el lector, y es el abordaje de los tres amores con que amamos: eros, philia y gape. No slo ensea y nos conduce a una versin sana del afecto, sino que finalmente nos permite aprender a aprender el amor.

El libro est escrito de manera seria, rigurosa e ilustrada, sin concesiones a lo estrictamente literario, con quiz un involuntario aire potico, y, lo ms importante, con claridad y sencillez. Se trata de virtudes difciles de alcanzar, y que son fruto de la sabidura y el deseo genuino de comunicarse con los dems.

En buena hora nos llega este material que nos habla sobre el amor y su importancia, y sobre la posibilidad de no sufrir y aliviar el dolor del corazn.

Sea Ama y no sufras bienvenido y bien hallado.

D OCTORA C ECILIA C ARDINAL DE M ARTN

Mdica y educadora sexual

Se sufre demasiado por amor, sa es la verdad. Incluso los que se vanaglorian de gozar de perfecta sintona con su pareja, en lo ms recndito de su ser, a veces albergan dudas, inseguridades o pequeos miedos anticipatorios respecto a su futuro afectivo. Nunca se sabe Quin no ha sufrido alguna vez por estar con la persona equivocada, por sentir que el deseo se ha apagado o, simplemente, por la caricia que nunca lleg? No hay nada ms hipersensible que el amor, nada ms arrebatador, nada ms vital. Renunciar a l es vivir menos o no vivir.

El amor es mltiple. La experiencia afectiva est conformada por un conjunto de variables que se entrelazan de manera compleja. Sin lugar a dudas, sentir el amor es ms fcil que explicarlo, porque nadie nos ha educado para amar y ser amados, al menos no de manera explcita. El afecto, en casi todas sus formas, nos embiste y trasciende. Algunos dirn que el amor no es para entenderlo, sino para sentirlo y disfrutarlo, y que el romanticismo no soporta ningn tipo de lgica. No hay nada ms errneo. La actitud sentimentalista, adems de ingenua, es peligrosa, ya que una de las principales causas del mal de amores nace precisamente de las creencias irracionales y poco realistas que hemos elaborado sobre el afecto a lo largo de nuestra vida. Las concepciones errneas del amor son una de las principales fuentes de sufrimiento afectivo.