Charles Taylor
Democracia Republicana /
Republican Democracy
LOM PALABRA DE LA LENGUA YMANA QUE SIGNIFICA SOL
LOM Ediciones
Primera edicin, 2012
ISBN: 978-956-00-0324-9
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Democracia Republicana
Prefacio
En diciembre de 1986, Charles Taylor visita Chile invitado por el CERC (Centro de Estudios de la Realidad Contempornea) para participar en una conferencia, organizada por Rodrigo Alvayay y Carlos Ruiz Schneider, bajo la rbrica Democracia y Participacin. Su ponencia fue traducida por Rafael Hernndez y publicada en 1988 con el ttulo Algunas condiciones para un democracia viable (Taylor, 1988). El texto en ingls nunca fue publicado por Taylor y se da a conocer por primera vez en este libro, junto con su traduccin.
En su ponencia, Taylor busca definir lo esencial de la democracia ms all de sus manifestaciones institucionales. Lo esencial le parece ser la naturaleza exacta de las relaciones que se establecen entre los miembros de un rgimen democrtico. Piensa que hay tres grupos de teoras que explican cmo la democracia relaciona a sus miembros las teoras ecnomicas de la democracia, el humanismo cvico de inspiracin rousseauniana y el humanismo cvico de inspiracin tocquevilliana, que ms recientemente podemos encontrar en los escritos de Hannah Arendt. Taylor considera que las dos primeras teoras, aunque cada una de ellas capta separadamente y con acierto un aspecto particular de la realidad democrtica (instrumentalismo y voluntad general), son errneas porque toman ese aspecto particular como rasgo esencial. Taylor rechaza la idea que las personas perciban la democracia como un puro instrumento para satisfacer sus preferencias o como un ideal de homogeneidad social que anule concepciones divergentes del bien comn. Por el contrario, Taylor busca asimilar la democracia al republicanismo tocquevilleano. Su concepcin de la democracia republicana resulta ser as ms compleja y multicolor que la rousseauniana, y al contrario de las concepciones econmicas, une a sus miembros en torno a un polo central de identificacin. ste corresponde a las instituciones polticas que todos los ciudadanos consideran como una propiedad comn de inestimable valor, porque ah encuentran un baluarte y depsito de su dignidad como tales.
A partir del republicanismo tocquevilleano, Taylor examina cuatro condiciones para la posibilidad de una democracia viable. Primero, una democracia fundada en la soberana del pueblo requiere que ste sea capaz de una agencia colectiva unificada. En la modernidad, con la emergencia del individualismo y el hecho del pluralismo, es cada vez ms difcil promover empresas polticas en comn. Para ello es indispensable el desarrollo de un sentimiento patritico. Este primer impulso republicano, que define Montesquieu y que gua las Revoluciones en Francia y Amrica, encuentra histricamente un apoyo ms slido en el nacionalismo. La dificultad que surge en este caso es la paradojal tendencia excluyente que se genera por la dinmica incluyente que le imparte el nacionalismo a la democracia. Segundo, sin la participacin del pueblo tiende a atrofiarse el sentimiento compartido de identidad y de empresa ciudadana comn. Taylor piensa que el momento representativo, necesario para la constitucin del autogobierno de la polis , debe compensarse con formas de participacin directa en la base social. Tercero, los grupos (etnias, regiones, culturas, clases sociales) que conforman el colectivo social deben relacionarse con respeto y sin trabas discriminatorias. Por ltimo, Taylor piensa que, en el mbito econmico, es necesario reconocer el papel esencial e insustituible que juega el mercado en la organizacin de la actividad productiva. Rechaza de plano un rgimen socialista de corte leninista porque se ha convertido en un profundo desastre para la democracia. Taylor escribe esto en 1986 cuando tiene a la vista el fracaso de los llamados socialismos reales. Tambin rechaza un rgimen capitalista desregulado. Histricamente, amplios movimientos populares, particularmente las organizaciones sindicales, lograron moderar la orientacin antidemocrtica que se origin en la relacin desigual entre el empleador y los trabajadores. En la actualidad, Taylor considera dos aspectos de una amenaza capitalista ms soterrada. Por una parte, las corporaciones transnacionales afectan las condiciones de vida restndoles poder a las instituciones de participacin y traspasndolo a organizaciones burcraticas irresponsables. Por otra parte, el capitalismo alienta un consumismo sin lmites que se ofrece como substituto para la participacin poltica. Piensa Taylor que es necesario concederle un papel importante al mercado, pero que el poder de las grandes corporaciones debe ser contrarrestado por un rgimen de propiedad pblica.
Taylor reconoce como dominante la tendencia a definir a la empresa poltica comn en trminos liberales en lugar de referirla a la identidad de los ciudadanos (Taylor, 2011: 141). Piensa que ello se debe a lo difcil que resulta reconocer cabalmente la creciente pluralidad de identidades tnicas, culturales y nacionales al interior de las democracias contemporneas. Parece ms conveniente as enfatizar los derechos individuales y los procedimientos democrticos, en lugar de tomar en cuenta los puntos de referencia histrico-culturales, o las ideas de la vida buena, de acuerdo a los cuales los ciudadanos definen su identidad (ibid: 141). Esto se muestra con gran evidencia en el caso de Canad. En 1982, una Carta de Derechos ( Charter of Rights ) se incorpora a la Constitucin canadiense, y ello ha significado constitutir la identidad canadiense en torno a los derechos que comparten todos los ciudadanos. Pero tambin ha significado que la identidad comn de los habitantes de Qubec, especficamente la idea de proteger y promover el hecho de que Qubec es una sociedad distinta, no haya podido recibir reconocimiento poltico oficial. En este contexto hay que entender la participacin de Taylor en la Comisin Consultiva para Prcticas de Acomodacin Relativas a las Diferencias Culturales (en breve, la Comisin BouchardTaylor), encargada por el gobierno de Qubec en 2007 para examinar maneras de responder a los requerimientos de acomodacin por parte de las minoras de esa provincia canadiense.
Lo que ha sido la experiencia canadiense puede observarse, cada vez con ms frecuencia e intensidad, a lo ancho del mundo, donde gran nmero de ciudadanos sufren exclusin democrtica sistemtica debido al predominio alcanzado por un liberalismo abstracto. En este sentido, Taylor ha sido visionario en detectar las limitaciones de los modelos prevalentes de la democracia. Ni el atomismo de la teora econmica, ni la aspiracin de homogeneidad social por parte de la democracia rousseauniana permiten entender sociedades que, junto con valorar el liberalismo de los derechos, tambin perciben la necesidad de mayor cohesin social. El modelo Tocqueville/Arendt, la opcin de Taylor, parece ser la respuesta, pues acomoda la idea unificadora de la voluntad general al mismo tiempo que respeta el pluralismo liberal. Sin embargo, como el mismo Taylor reconoce, cuando se habla de democracia no hay muchas cosas que se puedan expresar con entera generalidad. Las soluciones tienen que ser adaptadas a situaciones en particular (Taylor, 2011: 144). La realidad de sociedades como Brasil y Chile, que examinamos con Ricardo Tranjan en el Apndice de este libro, nos llevan a entender que el desarrollo democrtico puede ser lento y doloroso, y la historia nos muestra que ni procesos revolucionarios ni modelos estandarizados permitirn avances en este sentido. Nuestras sociedades deben continuamente pensar y repensar, terica y prcticamente, maneras de desarrollar formas polticas que aproximen el ideal democrtico republicano a nuestra realidad contingente.
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