lvaro Ramis
Bienes comunes y democracia
Crtica del individualismo posesivo
LOM PALABRA DE LA LENGUA YMANA QUE SIGNIFICA SOL
LOM Ediciones
Primera edicin, 2017
ISBN Impreso: 978-956-00-0893-0
ISBN Digital: 978-956-00-0934-0
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Amo las cosas loca, / locamente.
Me gustan las tenazas, / las tijeras,
adoro / las tazas, / las argollas,
las soperas, / sin hablar, por supuesto,
del sombrero.
[...]
Amo / todas las cosas,
no slo / las supremas,
sino / las infinita- /mente
chicas, / el dedal,
las espuelas, / los platos,
los floreros.
[...]
Amo / todas / las cosas,
no porque sean
ardientes / o fragantes,
sino porque / no s,
porque / este ocano es el tuyo,
es el mo: / los botones, / las ruedas,
los pequeos / tesoros
olvidados, / los abanicos en
cuyos plumajes
desvaneci el amor
sus azahares,
las copas, los cuchillos,
las tijeras, / todo tiene
en el mango, en el contorno,
la huella / de unos dedos,
de una remota mano / perdida
en lo ms olvidado del olvido.
[...]
muchas cosas / me lo dijeron todo.
No slo me tocaron / o las toc mi mano,
sino que acompaaron / de tal modo
mi existencia / que conmigo existieron
y fueron para m tan existentes
que vivieron conmigo media vida
y morirn conmigo media muerte.
Oda a las cosas
Pablo Neruda
Introduccin
Enero de 2000. Los habitantes de Cochabamba se rebelan ante el proyecto de privatizar la empresa sanitaria de su ciudad y el incremento de las tarifas en un 35%. El agua es nuestra se escucha en todas sus movilizaciones (OSAL 2000).
Enero de 2004. La red internacional Va Campesina se rene en el IV Foro Social Mundial, en Mumbai. El tema del encuentro es Libertad para las semillas!, que se ven amenazadas por las grandes corporaciones que elaboran simientes patentadas, protegidas por royalties y nuevas restricciones legales, que impiden su almacenamiento e intercambio (Gmez 2004).
Mayo de 2011. Los estudiantes universitarios chilenos llenan las calles demandando una educacin pblica, gratuita, sin lucro y de calidad para todos. Rechazan que la educacin se entienda como un bien de consumo, tarifado con altsimos aranceles que exigen el endeudamiento crnico de sus familias (OSAL 2012).
Octubre de 2011. Se presenta en la Cmara de Representantes de los Estados Unidos la ley S.O.P.A. (Stop Online Piracy Act), bajo el argumento de proteger la propiedad intelectual. Sus detractores ven en ella un ataque a la libertad de expresin y al carcter abierto de Internet y responden con el eslogan: Nosotros somos la Web (Benkler et al. 2013).
Mayo de 2013. Manifestaciones en Estambul en contra de la destruccin del parque Taksim Gezi, bajo el lema Taksim es nuestro, Estambul es nuestro. El parque haba sido destinado a un centro comercial, a pesar de su valor histrico y constituir uno de los pocos espacios de intercambio social en el centro de la ciudad (Amnesty International 2013).
Enero de 2014: los vecinos del barrio burgals de Gamonal protestan contra la resolucin inconsulta del Ayuntamiento de construir un bulevar sobre la calle Vitoria, la principal va que cruza su urbanizacin. La prensa titula: El Gamonal se prepara para seguir defendiendo su calle (lvarez 2014).
Un parque en Turqua y una calle en Espaa. La Universidad en Chile e Internet en Estados Unidos. Semillas en India y agua en Bolivia. Los personajes de estas seis escenas se vinculan por exigir lo que sienten que les pertenece. Ninguno de ellos reclama la propiedad de esos bienes, bajo dominio individual y excluyente. Eso no quiere decir que no se perciban como dueos de ellos. Al demandar lo que consideran como propio no exhiben ttulos de propiedad, porque ven sus exigencias como evidentes por s mismas. De all que experimenten estos sucesos como la desposesin ilegtima de bienes a los que reclaman acceder, habitar y permanecer.
Ms que a una cosa, un objeto o un espacio fsico, lo que reclaman es un derecho, unas capacidades y unas posibilidades de vida. Aunque la razn jurdica no los ampare en su protesta. Con razn Adela Cortina, siguiendo a Zubiri y Aranguren, dice que la vida humana es un proceso de apropiacin de posibilidades, y que el fracaso vital consiste en su expropiacin, porque otros se la apropian o porque uno mismo decide venderla y perder su autonoma (Cortina 1998, 25- 26).
Conflictos como estos se han extendido en las ltimas dcadas. Revelan una polmica que supera el debate tradicional entre la eficiencia del mercado o la eficacia del Estado. Lo que se escucha en las calles no se agota en detener una privatizacin o alentar una estatizacin. Lo que se pide es el derecho de los involucrados a participar en el gobierno de los espacios que sustentan sus vidas. El rgimen de propiedad de esos bienes no constituye el tema central para estos movimientos. Lo que rechazan es la clausura de las posibilidades de acceso, control y decisin sobre aquellos lugares o recursos en los cuales viven y participan. De all que demanden que esos bienes sean comunes, aunque formalmente permanezcan bajo rgimen de propiedad pblica o privada. Su aspiracin no se orienta por un afn de poseer, sino de ser reconocidos en el seno de una comunidad inclusiva y autolegisladora, formada por personas libres e iguales, que se sienten con el deber de tratarse mutuamente como fines en s mismos.
La nocin de bienes comunes permite a estos movimientos interpretar y expresar esas demandas. Poco a poco, ese concepto ha entrado en los debates de la teora constitucional, la administracin de los ambientes naturales y los servicios pblicos, el derecho a la comunicacin, la gestin del patrimonio gentico y, en general, en las discusiones referidas al patrimonio de la humanidad.
En ese proceso de valorizacin cabe un papel relevante a la obra de la politloga norteamericana Elinor Ostrom. La Real Academia de Ciencias Sueca, al reconocerla con el llamado Premio Nobel de Economa en 2009, coment: Elinor Ostrom ha desafiado la concepcin tradicional de que la propiedad comn es mal manejada y que debe regularse, ya sea por las autoridades centrales o que se privatice (R.S.A.S. 2009).
Ostrom, por medio de extensos estudios de casos, analiz los mecanismos institucionales, formales o informales, legales o arraigados en las costumbres, por los cuales diversas comunidades gestionan eficientemente sus bienes comunes y evitan su colapso. Demostr as que los recursos de uso comn pueden ser administrados de forma efectiva y sustentable cuando no se consideran terra nullius y se cuenta con un campo acotado de interesados, que interactan para mantener su productividad y sostenibilidad a largo plazo. De esa forma impugn la teora imperante, que a partir del artculo de Garret Hardin La tragedia de los comunes (1968) haba argumentado la necesidad de asignar estos bienes al mercado o al Estado, desconociendo la posibilidad de mantenerlos en rgimen de procomn. Hardin describi un caso hipottico, en el cual unos pastores, motivados por inters personal y actuando racionalmente, terminan por destruir un recurso compartido y limitado, aunque a ninguno de ellos les convenga. Ante ese dilema trgico, su prescripcin fue el cercamiento de los comunes, lo que describi como una medida ineludible. Como consecuencia de esta recomendacin, algunos bienes, que se crean imposibles de mercantilizar, patentar, o apropiar, se privatizaron o clausuraron, sin garantizar de forma simultnea que mantuvieran su funcin social y sin avalar su proteccin a largo plazo.